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#007 Me Acostumbré a Sentirme Así
Hay estados emocionales que empezaron como visitas y se quedaron como inquilinos.
Tristezas bajitas que no hacen escándalo, pero están.
Ansiedades que ya ni se anuncian, solo aparecen con la excusa del “por si acaso”.
Sensaciones que no sabes de dónde vienen, pero te hacen compañía mientras lavas la ropa o haces scroll en redes sociales.
Y lo más raro: nos acostumbramos. A sentirse así. No mal, necesariamente. Pero tampoco bien.
Como si la emoción dominante fuera una mezcla diluida de “estoy cansada” con “pero sigo”.
Esta semana pensé mucho en eso. En cómo el cuerpo aprende a caminar con peso extra emocional sin darse cuenta. En cómo sobrevivimos en piloto automático, sin saber cuánto tiempo llevamos ahí.
Y en lo valiente que es simplemente notar ese estado y decir: “ah… sigo aquí”.
Libros que leí
“Conversaciones Entre Amigos” – Sally RooneySally Rooney tiene esa habilidad incómoda y brillante de poner en palabras lo que nunca decimos en voz alta. Esta historia es un laberinto de vínculos: amor, deseo y amistad que se cruzan y confunden hasta perder las líneas claras. No hay respuestas fáciles, solo diálogos afilados, silencios incómodos y esa sensación de que la juventud es, básicamente, aprender a vivir con el desorden emocional sin manual de instrucciones. ![]() | ![]() “Todos Nuestros Veranos” – Carley Fortune Dos adolescentes inseparables. Seis veranos que parecían eternos… hasta que todo se rompe. Años después, Percy regresa y el reencuentro con Sam trae de vuelta risas, heridas y promesas que parecían enterradas. |
Recetas Que Probé
Primero, confieso algo: estoy fallando en mi rol de food blogger amateur porque no le tomé foto a nada. Pero confía en mí, estaban buenísimas.
Estoy oficialmente en mi “fitness era” (o al menos lo intento), así que probé esta receta healthy con cero expectativas… y wow. Es sencilla, fresca y no sabe a “castigo disfrazado de postre”, que ya es mucho decir.
Te juro que no pienso convertirme en esa persona que solo recomienda cosas saludables… pero estas pancakes se ganaron el derecho a aparecer aquí. Esponjosas, llenadoras y, lo mejor, no me dejaron con hambre existencial a los 20 minutos.
Planes y Experiencias
Comí algo sacado de un libro. En “Todos nuestros veranos” los personajes no paran de hablar de Pierogi y yo no paraba de imaginar su sabor. Así que, cuando entré a una tienda polaca y vi una bolsa en el congelador, no lo pensé dos veces. Esa noche cené como si fuera un personaje más.
Fui al mercado sola y elegí flores para mí. No fue un acto romántico. Fue una declaración silenciosa: todavía me importo.
Hallazgos Variados
Serie: Drops of God – La empecé porque alguien la llamó “Gambito de dama del vino” y no pude resistirme. Es visualmente hermosa y tiene ese algo que te envuelve hasta que te das cuenta de que son las 2 a.m. y sigues ahí.
Cómo usar Notion (de verdad): Siempre te hablo de plantillas, pero nunca del principio básico: cómo usarlo sin sentirte abrumado.
Video que amé: Me hizo cuestionar mi obsesión por tener todo bajo control. Me recordó que a veces lo mejor que puede pasar es dejar espacio para lo inesperado.
A veces pienso que estoy mejor, y a veces no.
Pero también entendí que sentirme así no me define, ni me condena.
Es solo una etapa.
Una estación emocional con más nubes que sol, pero con alguna que otra flor creciendo igual.
Favorito Destacado
Hice algo que me hizo sonreír toda la semana: un libro para colorear.
Es para la sobrina de B (también conocida como la personita más increíble del planeta). El concepto fue fácil: mis perras convertidas en caricaturas, viviendo aventuras que solo existen en mi cabeza. Lo imprimí, y por un momento, sentí que le estaba regalando no solo dibujos, sino un pedacito de mi mundo.

¿A qué emoción te acostumbraste tanto que ya no sabes si es parte de ti o solo una visitante que se quedó demasiado?
Gracias por leer, por quedarte, por sentir conmigo.
Y si esta semana no fuiste tu versión más radiante… igual exististe.
Y eso ya es un montón.
salu2,
A.
