#018 Estamos Bien, Pero ¿Y Si No?

"¿Cómo estás?" — Bien. Todo bien. Tranqui. Ahí vamos.

Es automático. Lo decimos incluso cuando sentimos que un elefante de ansiedad nos respira encima.

Esta semana me descubrí respondiendo “todo bien” mientras tenía un nudo en el estómago y la mente corriendo maratones innecesarios. Y no es que esté mal. Es solo que… no sé. No estoy tan bien. O no sé cómo medirlo.

Entonces me pregunté:

¿Y si no?

¿Y si no estoy tan bien como digo?

¿Y si esa tristeza pequeña que empujo al fondo solo quiere que la escuche un rato?

No para dramatizar. No para darle el papel principal. Solo para decirle: “te veo, quédate un rato si lo necesitas, pero no vas a manejar tú”.

Y así llegamos acá. A este rincón del internet donde podemos decir la verdad sin tener que explicarla.

Libros que leí

“Esta Vez Será Diferente” – Carley Fortune

Se siente como un torbellino emocional: amistad, amor y heridas que nunca terminan de cerrar. Lucy y Felix se quedan en tu cabeza desde la primera página y no te sueltan ni cuando cierras el libro. Es un viaje que duele bonito: te hará llorar, gritarle a las páginas, sentir mariposas y recordar que a veces lo más difícil no es enamorarse, sino permitirse una segunda oportunidad.

“La Novela del Verano” – Emily Henry

Ella escribe finales felices en los que ya no cree. Él escribe novelas serias donde el amor nunca sobrevive. Dos escritores rotos, dos bloqueos creativos y un verano que se convierte en una apuesta: ¿quién logrará escribir un bestseller primero? Entre páginas, discusiones y chispas inevitables, descubren que a veces la mejor historia es la que no planeaste.

Es de la misma autora de Gente que Conocemos en Vacaciones, que por cierto ya tiene adaptación en camino. La película está en producción y aquí está el tráiler.

Recetas Que Probé

Sí, estoy obsesionada con los waffles. Hay algo mágico en esta mezcla: avena, canela y la forma perfecta que hace que hasta un desayuno apurado se sienta especial. Es la clase de comida que puedes comer de pie, corriendo, o incluso mientras revisas mails… pero con el sabor reconfortante de algo hecho en casa.

Prometo que no son los típicos vegetales tristes. Entre salsas, especias y la textura crujiente, estos rollitos pasaron de “cena rápida” a “wow, quiero repetir”. Son la prueba de que lo simple, con el toque correcto, puede sentirse especial.

Planes y Experiencias

  • Una tarde de lluvia en la que apagué todo y me quedé escuchando el sonido del agua contra la ventana. Terapia low-cost.

  • Comencé a escribir pequeñas notas en mi celular con la frase: “Hoy estoy…” y completarla sin filtro. Me está ayudando a no disfrazar tanto la respuesta automática de “estoy bien”

Hallazgos Variados

  • Serie: The Sex Lives of College Girls. Cuatro chicas, un mismo dormitorio y todas las contradicciones de tener 18 años: independencia, amistades, sexo, dudas existenciales y mucho sarcasmo. La serie captura ese caos tierno y caótico de la universidad con humor y frescura. Es el tipo de serie que ves al final de un día agotador y te hace sentir que sobrevivir a la adultez ya es bastante logro.

  • Aplicación: !Weather. Nunca pensé que terminaría emocionándome por una app del clima, pero aquí estamos. Minimalista, estética y distinta a las típicas que ya todos tenemos. Es como si alguien hubiera dicho: “ok, revisamos el clima todos los días, al menos que sea bonito de ver”.

Estar bien no siempre significa felicidad absoluta. A veces es simplemente levantarte, ponerte los zapatos y atravesar el día como puedas.

Tal vez la verdadera salud no está en alcanzar un estado perfecto, sino en reconocer que hay días grises, torpes, silenciosos… y aun así cuentan. Porque incluso esas versiones tuyas (las que no publican, las que no sonríen) también merecen espacio.

Favorito Destacado

Salir a comer sola

Nunca pensé que una mesa para uno pudiera sentirse tan poderosa. Esta semana, en medio de un día de turisteo improvisado, tuve la opción de volver a casa… pero entré a un restaurante. Pedí sin prisa, me senté con mi libro y me descubrí disfrutando de la calma de estar conmigo misma. Fue un recordatorio suave pero fuerte: a veces la mejor compañía es la tuya.

¿Qué parte de ti estás sosteniendo en silencio para no incomodar a los demás?

Si esta semana dijiste que estabas bien, pero en realidad estabas haciendo equilibrio sobre pensamientos pesados… te entiendo.

Y si lo único que lograste fue seguir. Respirar. No contestar. O contestar con calma aunque no tuvieras energía… también cuenta.

salu2,

A.